La violencia de género, o el abuso de mujeres, no es algo que se dé desde hace algunos años. Deberíamos remontarnos tan atrás que quizás no encontraríamos el inicio de la agresión por parte de los hombres hacia las mujeres. Podemos decir que es la discriminación más importante de la historia si tenemos en cuenta su número que el grupo afectado representa la mitad de la población mundial.
Desde hace unos años, existe la conciencia de esa violencia que ejerce parte de una población. El bajo nivel cultural y la religión, son dos factores importantes que inciden en el grado de violencia de género en una cultura.
Afortunadamente, después de cientos de siglos, llegamos a 1993 y la Conferencia Mundial de Derechos Humanos finalmente reconoció los derechos de la Mujer como derechos humanos. En 2011 se estableció un Grupo de Trabajo sobre la Discriminación contra la Mujer en la Legislación y en la Práctica.
«Será preciso transformar radicalmente las actitudes y los Comportamientos de los hombres, para que las mujeres sean vistas como iguales. En este día asegurémonos de que este mensaje quede claramente entendido, en particular para quienes más necesitan oírlo».
Palabras finales del Secretario General de las Naciones Unidas, en su mensaje del 25 de noviembre de 2003, en el día internacional de la violencia contra las mujeres.
España aprueba en 2004 la Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género. En dicha ley se define la violencia de género como:
“la manifestación de la discriminación, la situación de desigualdad y las relaciones de poder de los hombres sobre las mujeres, se ejerce sobre éstas por parte de quienes sean o hayan sido sus cónyuges o de quienes estén o hayan estado ligados a ellas por relaciones similares de afectividad, aun sin convivencia”, y “comprende todo acto de violencia física y psicológica, incluidas las agresiones a la libertad sexual, las amenazas, las coacciones o la privación arbitraria de libertad.”
En España, según datos oficiales, desde 2003 hasta 2015, 814 mujeres han sido asesinadas. Según El Observatorio del Consejo General del Poder Judicial en 2015, en solo 6 meses hubo más de 62.300 denuncias en los juzgados de violencia contra la mujer, de las que el 39,8% se archivaron sin llegar a juicio. Sólo en un 11’7% de los casos hubo una sentencia condenatoria contra el agresor. Según datos oficiales el 12,5% de las mujeres, a partir de 16 años, que viven en España, han sufrido violencia física o sexual a lo largo de su vida.
La denuncia es fundamental para poder acceder a una defensa por parte de las autoridades pero todavía hay que mejorar las investigaciones de oficio y la protección adecuada a las víctimas, además de prejuicios a los que se enfrentan cuando deciden denunciar, como creer que la denuncia es falsa. La realidad es que solo el 0,01% de las denuncias son falsas.
Todavía una parte de la sociedad no considera algunos comportamientos como maltrato. Todos los agentes sociales son fundamentales y la educación en las aulas de las escuelas es esencial para que la sociedad, sea en un futuro cercano, más justa e igualitaria.